El siguiente post del blog tratará de reflexionar acerca de la desigualdad, fruto de la socialización de género en alguna de las dimensiones vistas en el Módulo 1. En concreto, he creído conveniente utilizar el ejemplo que expone la novelista nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie en TEDxEuston (ver link: https://www.youtube.com/watch?v=hg3umXU_qWc)
En esta conferencia se nos presentan problemáticas muy diversas asociadas a las diferentes dimensiones de género, no obstante, una entre ellas me llamó más la atención; quizás porque se trata de un hecho del cual he tomado parte inconscientemente y del que no me percaté hasta la visualización del vídeo.
Y este hecho viene materializado en la prenda del traje. Lo que Chimamanda Ngozi Adichie nos cuenta es que, durante su primera intervención como personal docente se encontró ante una encrucijada. No por los conocimientos y nociones que impartir, no por la forma o métodos educacionales. No. Su principal preocupación era la vestimenta elegida. Dado que, como ella afirma ''quería ser tomada en serio'' y, por ende, no quería vestir ''demasiado femenina''. Lo que ella quería realmente, era lucir su pintalabios y su falda femenina, pero le preocupaba que el hecho de verse con atributos propios de una mujer pudiese afectar negativamente al imaginario general que los alumnos tuviesen de ella. Y las primeras impresiones importan. Así que, en lugar de vestir aquello con lo que ella se sentía emocionalmente más cómoda llevó un traje masculino. Grande y masculino.
Y la triste verdad es que esto ocurre. Un hombre no se preocupa en ir ''demasiado masculino'' a una reunión de negocios. Una mujer sí. Una mujer se preocupa por el hecho de que llevar falda, vestido, colores o un llamativo collar puedan conllevar que no sea tomada en serio
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